jueves, 31 de marzo de 2016

Maratón de coaching.


¡Maratón de coaching! Llevamos casi un mes esperando este evento con muchas dudas e inquietud, pero también con la seguridad de que será algo útil y divertido. Después de las presentaciones pertinentes de organizadores y colaboradores, la excitación se apodera de los diferentes grupos, con talleres como el de creación de marca personal o el de proyección de talento.

A través de dinámicas festivas y muy entretenidas, los encargados de los talleres activan nuestros cuerpos y mentes para que nos llenemos de energía positiva y de pensamientos agradables. Este principio es fundamental para mejorar nuestra empleabilidad y lograr el éxito profesional. La actitud es el principio del camino que nos llevará a ser la opción preferente para el empleador potencial. Es importante proyectar nuestros talentos personales para que acompañen a nuestras aptitudes profesionales: hay que hacer llegar a los demás nuestra marca personal, aquello que nos hace especiales y nos diferencia de resto de trabajadores.


Y, además, muchos tuvimos nuestra primera ración de Elevator Pitch: un discurso de dos minutos con el que impresionar gratamente a un empresario con el que podrías compartir un corto viaje de ascensor. Unas cuantas frases que hablen de tus competencias, pero también de tus pasiones, tus ilusiones y tu manera de ser. Algo que le impacte tanto que te convierta inmediatamente en una opción para un puesto en su empresa. Como podéis imaginar, la jornada dejó en los lanzaderos un subidón de ánimo considerable y un gran sabor de boca en la primera actividad desarrollada fuera del seno del grupo.


miércoles, 30 de marzo de 2016

En funcionamiento.


Hoy acordamos crear un pequeño subcomité temporal con motivo de la próxima Feria de Empleo que se celebrará en Huelva el 26 y 27 de abril. Necesitamos presentar un dossier conjunto que diga a todo el mundo quiénes somos y qué queremos. Es imprescindible que confeccionemos nuestros perfiles profesionales. Se trata de redactar una pequeña presentación con nuestro nombre, edad, estudios para que el potencial contratante nos conozca. Debe incluir nuestra formación y nuestra experiencia clave. Y lo más importante: tenemos que resaltar aquello que nos hace diferentes del resto de las personas que podrían ser aptas para desempeñar el cargo al que aspiramos.

Después de aclarar este punto, los comités continúan con sus tareas. La colaboración entre ellos es estrecha, se da y se recibe ayuda. Y todo ello contribuye a multiplicar las ilusiones y a mantener la motivación en alto.

 

martes, 29 de marzo de 2016

Arrancan los comités.


Los comités de trabajo ya están constituidos y se ponen a trabajar. La labor es dura, queda todo por hacer. El volumen de trabajo se adivina, lógicamente, enorme. Además, los grupos se integraron con personas que no necesariamente son especialistas en su cometido. Cada uno cuenta con sus propias limitaciones técnicas, teóricas o personales, así que la mejor manera de comenzar a superarlas es proponerse el trabajo como un reto a superar. Y, desde luego, todos contamos con la ayuda del resto de lanzaderos que, aunque no estén en el mismo comité de trabajo no dudan en echar una mano si tienen los conocimientos para ello.

Así, casi a ciegas pero con mucha ilusión, se crean correos, páginas de Facebook, ficheros en Drive, se realizan las primeras investigaciones en foros de empleo, empresas de trabajo temporal y se sondean instituciones y diversos organismos. La búsqueda de trabajo ha comenzado.

 

martes, 22 de marzo de 2016

Éxitos y mariposas.


Repasamos las fotografías que nos hicieron el día anterior y elegimos las mejores. Todas son buenas así que las iremos utilizando durante la travesía de la Lanzadera. La tarea de hoy consiste en el visionado de unos vídeos enfocados a la motivación y la posterior valoración y análisis de los mismos. El camino del éxito, de Luzu, y otro posterior que lo critica nos sirven de punto de partida para reflexionar sobre el éxito. ¿Debe ser necesariamente de carácter económico? ¿Está valorado el éxito personal? Hablamos del entorno y de su capacidad de moldear la personalidad, de su influencia en las oportunidades, de la importancia del esfuerzo, del desarrollo personal y del realismo de nuestras necesidades y opciones.

En el siguiente vídeo Nick Vujicic se presenta como un hombre sin extremidades en un alegórico relato titulado El circo de la Mariposa. Sin piernas ni brazos, Nick ha convertido sus defectos en valor añadido y ahora es millonario y tiene una familia. Después de la emocionante sensación que ha supuesto contemplar la experiencia del protagonista sobrevuela en el grupo la sensación de que el esfuerzo, en ocasiones, no lo puede todo, pero también de que se trata de la herramienta más valiosa para conseguir un objetivo. Inspirados por el vídeo, reflexionamos sobre las maneras de conseguir el éxito y la importancia que para ello tiene la implicación de la voluntad, el valor del empuje y la importancia de la motivación.

Finalmente, se asoma a nuestra pantalla Víctor Kuppers con un extracto de diez minutos de una de sus conferencias. Salpicado de humor, su discurso subraya la importancia de la actitud que tengamos ante la vida y de que el esfuerzo y la motivación son fundamentales para crecer como persona. Kuppers explica que no podemos cambiar la realidad, pero sí que podemos mejorar nuestra actitud para afrontar esa tozuda realidad de manera exitosa. Para ello necesitamos positividad, optimismo y mucho trabajo diario en nuestra actitud.

 

lunes, 21 de marzo de 2016

Fotografias al sol.


A día de hoy tenemos dos compañeras insertadas en el mercado laboral. Dos que conocíamos desde el primer día, porque existen otras personas que no entraron en proyecto tras la selección personal y que han accedido a un trabajo mientras estaban en la reserva de la Lanzadera. Además, contamos con una nueva compañera y esperamos la entrada de alguien más en nuestro grupo para cubrir las bajas.

Con estas inmejorables noticias comenzamos a determinar lo comités de trabajo que se emplearán para la consecución de los objetivos que fijamos en las jornadas anteriores. La labor es tediosa y árida, parece que todo el mundo está de acuerdo en esto. Incluso Ana nos explica que atravesamos la parte más costosa y pesada del proyecto pero que es imprescindible para el éxito final. Después de muchos intercambios de pareceres, de la explicación de sus funciones y de las más variadas opiniones llegamos a un acuerdo sobre el número y nombre de los comités: Administración, Visibilidad, Intermediación y Búsqueda de Empleo 2.0.
 
Al final de la jornada salimos todos juntos a hacernos la fotografía de grupo. Durante el paseo aireamos la pesadez mental en la que nos ha sumido la ingrata tarea anterior y nos ponemos a hacer el ganso a lo largo y ancho de todo el Muelle del Tinto bajo la dirección de la pareja de una de nuestras compañeras, que dispara un montón de instantáneas bajo el cálido sol onubense.



 

jueves, 17 de marzo de 2016

La transformación.


Transformación. Es un término fundamental. Cada día cobra más y más importancia. Transformación personal. De miedos en éxitos a través del trabajo, apoyados en nuestra relación con el equipo. Transformación de inseguridades en valor, de soledad en contactos. Transformación profesional. Encontrar nuevas herramientas y trabajarlas, asumir los valores del grupo y ponerlos a funcionar para encontrar trabajo. Para buscarlo de una manera proactiva, dinámica, enérgica e ilusionante.

A lo largo de una jornada bastante dura, trabajosa y a ratos aburrida, definimos cinco objetivos clave para conseguir nuestra meta final. Objetivos que tenemos que concretar al máximo, realistas y cuantificables sin olvidar nunca algo que la Lanzadera, aunque posea ciertos rasgos de orden y cohesión teórica, es algo cambiante, anárquico, caótico y que está viva porque sus componentes lo estamos. Por eso evoluciona constantemente y somos nosotros los que tenemos que acomodarnos a su devenir sin perderle nunca la cara, ni renunciar a nuestras capacidades para dominarla en la medida de lo posible, pero sin obsesionarnos con su control.

 

miércoles, 16 de marzo de 2016

La dinámica del escalador.


Exponemos y votamos el logo, el lema y el texto de presentación de nuestro grupo. La creatividad queda suficientemente demostrada, aunque podríamos decir que las dotes artísticas necesitan pulirse un poquito. En fin, en el grupo no hay ningún licenciado en Bellas Artes y, cuando los primeros días hablábamos de nuestros sueños y de los trabajos que nos gustaría desempeñar, nadie habló de ser pintor, escultor o galerista. Eso no significa que no sepamos apreciar el arte cuando lo tenemos delante, aunque confundamos un paracaídas con un paraguas o un cohete con un choco.

 

Después de definir nuestra misión como integrantes de la Lanzadera Andalucía Emprende Huelva 2016, Ana nos propone un ejercicio llamado “La Dinámica del Escalador”. Se trata de que expongamos la visión que tendremos de nosotros en el futuro, justo al final del proyecto, en el mes de julio. Después reflexionamos sobre cómo estaremos en junio, sobre cuáles pensamos que serán nuestras sensaciones en ese mes. Y, finalmente, exponemos nuestros sentimientos en un futuro más cercano, apenas a un mes vista: el 29 de abril. La conclusión es clara. En julio adivinamos un futuro sin miedos, donde tenemos una marca personal muy definida, donde somos competentes y nos sentimos apoyados por nuestros compañeros. Nos imaginamos con un puesto de trabajo en el bolsillo o convertidos en empresarios, con una nueva y amplia red de contactos, seguros de nosotros mismos y con el sentimiento de haber disfrutado mucho de la experiencia.

¿Quién no desea un futuro así? Todos lo queremos, pero sabemos que tiene un precio. Un mes antes, en junio, nos vemos ilusionados y motivados, pero también presionados y cansados. Optimistas y apenados al mismo tiempo. Preparados para insertarnos en el mercado laboral después de habernos esforzado mucho. Es en ese paso atrás donde las caras del grupo han empezado a cambiar, donde nos hemos dado cuenta de que el camino será largo y la tarea ardua. Y entonces hemos dado otro paso más. Hacia atrás de nuevo. Cuando hipotéticamente nos hemos situado a finales del mes de abril han aparecido las palabras más duras de la jornada: desorientación, desmotivación y fraude.  Pero también en ese mismo momento hemos podido escuchar las más agradables: esperanza, apoyo, motivación y pertenencia al grupo. 

 
Sabemos qué queremos encontrar al final del camino y hemos depositado nuestras esperanzas en hacerlo, nos sentimos capacitados e ilusionados para ello. Conseguirlo es muy probable. Por otra parte, conocemos que la senda está llena de trampas, de esfuerzos, de momentos de debilidad, de traumas, de dudas y de desesperación. Saber todo eso ya supone una ventaja. ¿Cuántos han caído antes del final por no conocer los riesgos y así también sus remedios? Estamos al principio del viaje y es un buen momento para recordar las palabras del poeta griego Constantin Kavafis:

“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca 

pide que el camino sea largo,

lleno de aventuras, lleno de experiencias.

No temas a los lestrigones ni a los cíclopes

ni al colérico Poseidón,

seres tales jamás hallarás en tu camino,

si tu pensar es elevado, si selecta

es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.

Ni a los lestrigones ni a los cíclopes

ni al salvaje Poseidón encontrarás,

si no los llevas dentro de tu alma,

si no los yergue tu alma ante ti”.

Que sirvan estos versos para disipar las sombras que se volcaron sobre algunos de nuestros compañeros después de contemplar, si bien como mero ejercicio de simulación, un futuro incierto. Una visión que despertó, al final de la mañana, lógicos sentimientos de frustración y decaimiento, y también los miedos a limitaciones, a barreras y al desconocimiento de nosotros mismos. La tarea será dura y esforzada y eso ya es una certeza de la que podemos partir para construir un futuro digno.

Lluís Llach puso música y voz al poema de Kavafis en un magnífico y atrevido disco que, 41 años más tarde, sigue poniendo la piel de gallina. Si os apetece escucharlo, aquí tenéis un enlace de la canción con subtítulos en castellano. Recomendadísimo.


 

lunes, 14 de marzo de 2016

Primer taller: Drive.


Primer taller. Jose, un compañero del CADE, se arma de paciencia para desvelarnos los arcanos de una herramienta fundamental en nuestra tarea: Google Drive. En este virtual espacio común de trabajo colgaremos nuestros documentos, fotos, borradores, vídeos, horarios, calendarios, notas y cualquier otra cosa que contribuya a dinamizar al equipo. ¿Desarrollaremos los lanzaderos una mente colmena? Podría ser, pero antes tuvimos que prestar mucha atención y trastear un buen rato con tabletas, móviles y ordenadores a ver si asimilábamos algo de lo que nuestro monitor nos iba contando. Poco a poco fuimos avanzando y a final de la jornada tuvimos colgados varios documentos. Más tarde, al final del final de la jornada, una compañera compartió un vídeo sobre la motivación. Y sí, se veía perfectamente como le hicimos saber a través del wassap rozando la medianoche.
 

jueves, 10 de marzo de 2016

Un accidente de aviación.


Con el fin de semana a la vuelta de la esquina y tras visionar el testimonio de uno de los supervivientes del accidente del vuelo de US Airways que se precipitó al río Hudson en 2009, Ana nos propone meternos en la piel de un pasajero de un avión a punto de estrellarse. ¿Te parece sórdido, macabro o truculento? Entonces es que no estás preparado para ser un lanzadero. Se trata de asumir una situación límite en la que, ante una muerte inminente, nuestros últimos pensamientos fluyan hacia lo que consideramos verdaderamente importante. Esa famosa y cinematográfica frase de “vi pasar toda mi vida ante mis ojos”, vaya.

https://youtu.be/4QGUNAKU7uM

Casi todos los que han pasado por esa situación y han sobrevivido para contarlo aseguran que, en esos momentos, te das cuenta de la cantidad de tiempo y energías desperdiciados en asuntos baladíes. Las peleas con personas que amas, aparcar tus sueños por pereza, la incapacidad de disfrutar de las cosas sencillas, decir a alguien que le quieres o haber sido mejor persona son algunos de los puntos en común que aparecen cuando se habla de esto en voz alta. Nuestra primera tarea: poner esos pensamientos en negro sobre blanco, reflexionar sobre ellos y escribirlos en una lista para intentar poner en marcha aquellos proyectos o acciones que llevamos posponiendo durante años. Qué hacer, cómo hacerlo y cuando hacerlo.

No será lo único que escribamos. Después de unos minutos para escarbar en nuestras emociones redactamos una carta acerca de la situación emocional en la que nos encontramos. La percepción de nosotros mismos que tenemos en la actualidad, cómo nos veremos al final de la Lanzadera o qué podemos encontrar en ella. Pensamientos profundos que encerramos en un sobre y que abriremos el último día, quién sabe si como personas nuevas, mejor formadas y con un trabajo a la vista.

Más tarde, volvemos al documento que guiará nuestro comportamiento en este camino de perfección. El grueso de la jornada se dedica a acordar modificaciones en el reglamento. La tarea es árida, hay que dotarlo de humanidad, van saliendo muchos casos que analizar, algunos hipotéticos, otros no tanto. Tendremos cursos, entrevistas de trabajo, problemas personales, familiares, de salud, anímicos y alguna vez no podremos acudir a nuestra cita con el equipo. Hay que dejarlo todo bien claro, porque sabemos que las faltas de asistencia son el talón de Aquiles de nuestra fuerza como grupo. La grieta por donde se cuela el veneno de la desconfianza, la brecha por la que el desengaño deposita su ponzoña. Así que no está de más dedicarle todo el tiempo que sea necesario y aún más si se pudiera.

Necesitamos una imagen. Un logo, un lema y un texto de presentación del grupo que nos identifique y que nos otorgue fuerza y compromiso. Un tótem que haga desaparecer nuestros diferentes “yos” y que los convierta en un flamante “nosotros”. Con esa búsqueda en la mente nos despedimos.


 

miércoles, 9 de marzo de 2016

Los horarios.


Se acaban las presentaciones y comienzan las negociaciones. Tras exponer opciones, preferencias y opiniones sobre los días y las horas que preferimos, se llega a un consenso sobre el horario. Asistiremos al CADE los martes, miércoles y jueves de 9:30 a 13:00 horas. Unos quedan más satisfechos que otros, pero flota la sensación de que nada sale gratis. Todo lo que hagamos aquí requerirá compromisos y renuncias personales, pero es lo que todos tenemos que asumir para el éxito de la convivencia en grupo.

También se negocia un documento con rango de reglamento interno que tendrá que establecerse en los próximos días. En él se plasmarán unas reglas básicas de comportamiento y compromiso para el buen funcionamiento de la tripulación de la Lanzadera. Parece que el mayor escollo se encuentra en las procelosas aguas de las faltas de asistencia y lo relativo a su número máximo, su justificación y sus consecuencias. Todos somos maduros y estamos en este proyecto de manera voluntaria y libre, sin reservas de pensamiento e intención, así que todo parece indicar que llegaremos a buen puerto. Además, a lo largo de la mañana y tras descomunales muestras de hambre, sed y ansia de fumeque se acordó respetar un cuarto de hora a mitad de la jornada para saciar estas necesidades, que no por terrenales y cotidianas fueran menos imperiosas.


Después de recibir algunas tareas para casa, en forma de cuestionarios y DAFO que nos ayudarán en las sesiones personales de coaching que tendremos más adelante con Ana, nos dividimos en grupos de cuatro o cinco personas. En ellos, discutimos civilizadamente sobre la elaboración de un listado de valores e ideas-fuerza que definan en qué consiste el proyecto y qué necesitamos aportar para su buen funcionamiento. Resonaron con fuerza términos como creatividad, entusiasmo, responsabilidad, cooperación y conceptos como el de mente abierta y trabajo en equipo. Pusimos en común los acuerdos alcanzados en los grupos, se escribieron los valores decididos en la pizarra y se adoptaron como fundamentos de este proyecto. Finalizado esto, cada mochuelo marchó a su olivo.

 

martes, 8 de marzo de 2016

Extrañas parejas.


Ana, nuestra coordinadora, profundiza en las explicaciones sobre la filosofía del proyecto y en lo que la Lanzadera va a requerir de nosotros: esfuerzo, capacidad de trabajo, compromiso, colaboración y trabajo en equipo, entre otras cosas. Nos metemos de lleno en la primera dinámica de grupo: la confección de una lista con las preguntas que nos gustaría hacerle al resto de compañeros y que, sorpresa, nos servirá de guía para entrevistarnos por parejas y elaborar así la presentación en sociedad de nuestro o nuestra partenaire. La elección de los dúos se lleva a cabo a través de otro curioso ejercicio.

Hacemos una lista con las diez palabras que primero nos vienen a la mente cuando pensamos en la Lanzadera, las escribimos en un folio, partimos los diez folios por la mitad, metemos los veinte trocitos en una papelera que hace las veces de urna y…voilà.  Cada uno de nosotros saca una pieza de papel de la papelera y buscamos inmediatamente entre los demás la parte que completa la palabra en cuestión. Así, “bus” encontró a “queda”, “ilu” se unió a “sión”, “esfu” hizo lo propio con “erzo”, etcétera.

Una vez hechas las parejitas, estrujamos los sesos, las intenciones y las personalidades del otro a través de una entrevista que toma la forma de una agradable conversación. Para ello, tomamos como guía aquellas treinta cuestiones que nos planteamos en el inicio de la jornada. El objetivo de todo este proceso es presentar a nuestra pareja a todo el equipo.

Curiosamente, las preguntas que más se repitieron durante la sesión hacían referencia a la paciencia, al sentido del humor, a la tolerancia con los errores ajenos y a la obtención hipotética y repentina de una fabulosa fortuna que permitiera retirarnos del mercado laboral. Cuando tuvimos más o menos claro quién era nuestra pareja, la presentamos en esta pequeña sociedad que es la Lanzadera, proceso durante el cual hubo no pocas aclaraciones, dudas, preguntas e intercambios de pareceres. El tiempo se nos echó encima y tuvimos que dejar alguna exposición para el día siguiente. Aunque muy heterogéneos, los perfiles son interesantes, se detecta ilusión, ganas de esforzarse y muy buenas vibraciones. Es pronto para decirlo, pero parece que esto podría funcionar.
 
 

viernes, 4 de marzo de 2016

El primer día.

Diez de la mañana. Los que pasamos la selección nos sentamos en un gran semicírculo de sillas. Tras la habitual ronda de saludos abstractos, miradas llenas de disimulada curiosidad y muchas y variadas muestras de vergüenzas y timideces, la jornada comienza con la presentación del personal del CADE involucrado en este proyecto y de Ana, nuestra coordinadora. Seguidamente, y tras una denodada lucha contra los elementos tecnológicos y cibernéticos, tuvimos la ocasión de ver algunos testimonios de varios participantes en ediciones anteriores del programa Lanzadera. Después de que Ana nos diera unas pocas pistas para que sepamos a qué atenernos y, sobre todo, para dejar bien claro lo que no es una lanzadera de empleo, los componentes del grupo nos fuimos presentando: nombres, edades, formación, alguna nota biográfica interesante, situación personal, familiar y sentimental… Todo muy escueto, pero bastante emocionante. Parece que va a ser cierto que durante estos cinco meses las emociones van a ser un ingente material de trabajo y, por lo visto y escuchado en ese primer día, de una gran calidad. Nos fuimos a casa con muchas incógnitas, pero también con mucha ilusión por poder formar parte algo nuevo y excitante.